Adobo, fanzine de cómics underground con extra de cafeína.

15.12.09

Las crónicas de Expocómic 09

Hemos vuelto de Madrid con mil bultos entre fanzines sobrantes que no os pudimos obligar a comprar porque ya veniaís sobreaviso y comics robados vilmente a niños vestidos de spiderman, pero lo que no sabíamos es la cantidad de mita a la que nos íbamos a someter en Expocómic 2009.


Como hay material como para llenarle la boca a María Abradelo y que sobre un cubo, vamos a tener que dividir el relato de nuestras desventuras en varias entradas.

En este primero vamos a hablar en general del ambiente de putísima madre que nos encontramos. A pesar de que a priori la situación del stand no ha sido tan óptima como el año pasado, la compañía de nuestros vecinos ha suplido de sobra la buena situación. El factor frío siberiano que acaeció en Madrid y sobretodo en el pasillo donde colocan a los fanzines no pasó desapercibido para los madrileños y demás seres que se dieron cita en expocómic, por lo que la afluencia por el señalado pasillo fue más escasa que otros años y nos impidió lanzar improperios a toda la gente que nos hubiera gustado. Pero aún así la cosa fue genial.
En uno de los lados disfrutamos una vez más de la compañía de Rantifuso. Después de compartir Crujipollo con ellos sin duda el vínculo entre ambos fanzines se ha reforzado y ahora no solo nos odiamos sino que ahora no lo ocultamos.
Al otro lado la gente de Epicentro, que no sólo aceptaron su derrota con deportividad, sino que nos rindieron pleitesía jerárquicamente y nos fueron mandando a los edulcorados compradores de su stand para que les raspásemos los tautajes de Hulk que les iban poniendo.

El reencuentro con los autores de Adobo en Madrid fue apoteósico. Fresus, Nacho García, Claudio Buenafuente, El otro Samu, Joseba, Joaquín Aldeguer, Kwyjibo e incluso Elenilla, se pasaron por el stand y más de una publicación nos quiso robar la magia en nuestras propias narices.
Mención especial para nuestro fanzine mater Ojodepez. Como siempre acudieron gente como Tanoka, Cartoon, Paúbe, Choko, Juster, Massabe, Perrillo, Aza, Goe, Rain, Xusta y alguna otra visita sorpresa hicieron que las jornadas pasaran entre puesta al día y despedidas. Por supuesto conocer a Francisco Campos Jara fue un extasis del que aun no nos recuperamos. O cuando un padre y su hijo nos enseñaron el fanzine que hacía el infante con solo 10 años y nos quedamos perplejos de su calidad y su corrosivo guión. Atrapamos rápidamente al pequeño y lo encerramos en un baúl para que jamás nos quite nuestro lugar en tan preciado mundillo.
En el pasillo reinó el buen rollo gracias a la ausencia de megáfonos y calvos cabrones, y la convivencia con gente como Mart y su encantadora hermana, la Editorial Moebius, la deliciosa falsa hija de Azpiri y los sufridos chicos de la organización (que pasaron un frío que no se lo desearíamos ni a El cuaderno de Tesla) fué de lo más llevadera.

Gracias también a la organización de Expocómic por darnos el premio al mejor fanzine a pesar de lo que allá acaeció que os contaremos en días sucesivos si es que antes no nos meten en la cárcel. También a nuestra querida Rossanna Walls con la que volvimos a encontrarnos. Esta mujer siempre tiene algo que nos hace sonreir sin esfuerzo y llena nuestros corazones. allá donde estés Rossanna, quiero que sepas que te queremos como solo se te puede querer a ti. Recordar también a Jose María, el mítico editor de Bizancio Ediciones con el que siempre echamos charlas mitiquérrimas de todo tipo, así como a Iván Sarnago y Sandra, más majos que las pesetas.
La impresión general ha sido de mucho tráfico y menos ventas en general. La solución pasará por hacer más ruido, hacer espectáculos de malabaristas nudistas o puede que algún sacrificio otaku para nuestro Dios Ibáñez. Así que temed nuestra reacción en próximos salones porque será terrible, prácticamente os quitaremos el dinero de los bolsillos para recuperar lo que consideramos nuestro: vuestro dinero.

En general cuatro días de ensueño a repetir el año que viene si Dios quiere, un premio de forma indeterminada y un carrito de Ikea que murió en acto de servicio.

¿Qué más se puede pedir?

5 comentarios:

DiegoDNM dijo...

Solo por joder un rato... ¿Sabéis que de los seis fanzines que se vendieron en el stand de ANDERGRAÜN solo uno era de Epicentro?

Anónimo dijo...

Patético el papel que hizo el individuo que fue a recoger el premio al mejor fanzine. En serio, qué pena.

K dijo...

¿Pablo Vázquez dices? Sí, lamentable espectáculo nos dio a todos...

Joaquín Aldeguer dijo...

Trócolo!

Meri Gil dijo...

Queremos el vídeo de la entrega de premios!!!